Sí, estoy ríspida, crispada, hosca, malhumorada, ruda, excesivamente rigurosa, muy crítica, cáustica, levantisca como me diría mi madre y dispuesta a la gresca cuartelera en cualquier momento.
Estoy inmersa en ese ambiente generalizado, y no me refiero sólo a la política de nuestro país, sino al de todos nosotros, desde el primer español hasta el último, incluyendo a los extranjeros que viven aquí o que por todo tipo de razones también comparten espacio, de ruindad, de mezquindad, y una zafiedad que nos empequeñecen y envilecen de manera horrorosa.
Hoy he pasado un día de esos de olvidar. Esos días en los que todo lo que encuentras es incompetencia, gente que pasa hasta de pasar, personas que disfrutan yendo a la contra de todo, y lo que más me preocupa, una inmensa inapetencia en todos los aspectos.
¿Qué puede hacer una persona cuando quiere ir hacia adelante y sólo hay muros? Y lo que es peor, los muros son groseros y se enorgullecen de ello, los muros son irrespetuosos y lo llevan a gala, los muros te encierran en aras de la libertad y el resto de los muros le hacen la ola mientras entonan canciones libertarias y te acusan de retrógada.
Echo de menos los valores. Ya sé que no se lleva nada decir esto, pero sinceramente me importa un bledo lo que piense la gente de ello, en justa compensación a su nulo respeto por mis valores y mi comportamiento.
Quiero seguir siendo honrada y honesta conmigo misma, y, por extensión, con todo el mundo, aunque los demás se nieguen a que lo sea con ellos porque ello les ponga en la disyuntiva de qué hacer conmigo, si tratarme de igual manera que al resto o como yo lo hago con ellos.
Me da miedo lo que sucede. No sé como afrontar este "modus vivendi" y este "modus operandi". Yo no soy así y no sé jugar en ese terreno, por lo que me siento completamente descolocada en este momento, en este país, en esta forma de vivir. Todo ello me lleva de cabeza a estar ríspida, y a resultas, estarlo con los que me rodean. Morderme la lengua y envenenarme porque no quiero decir todo aquello que me gustaría. Sé que no me entenderían, no comprenderían lo que diría porque ninguna de mis palabras tendría sentido hoy en día. Sonaría todo a rancio, olería a naftalina, y me temo que aunque no tenga polillas, la gente las vería volar alrededor de mis palabras.
Mi madre me educó en base a unos valores sólidos. Y a partir de esos valores, una vez acomodados en mi propia personalidad, me animó a tener mis propias ideas, basadas en mis propias vivencias adquiridas de múltiples maneras. Se tomó todo el tiempo del mundo para contarme la historia familiar quitándole todo el hierro y dejándome claro que debía asumir el pasado, aprender de los errores, sacar conclusiones y no anclarme en los odios, las venganzas y los rencores infinitos. Me repitió hasta la saciedad que el espacio que ocuparían, limitarían el que me quedara para otros sentimientos mucho más fructíferos para mí.
Consiguió que anidara en mí el amor por el aprendizaje constante, y gracias a ello no soy una perfecta ignorante, porque no tuve la suerte de nacer en una España en la que se nos dieran oportunidades de acceso ilimitado a todo tipo de información, pero tuve una familia que puso todo tipo de medios para que llegara a ellos, y lo que es aún mejor, que quisiera llegar a ellos por decisión propia, sin mediatizarme, sin empujarme, sin escorarme y sin sesgarme el camino.
Tuve que poner mucho empeño porque no me fue fácil leer en francés, inglés o italiano, ya que los libros que ponían a mi alcance la información, no estaban en mi lengua. Aún recuerdo a mi abuelo pegado a mí con la Enciclopedia Británica diciéndome que leyera detenidamente, que habría cosas que en aquel momento no comprendería pero que se quedarían guardadas en compartimentos estancos y, en su momento, saldrían poco a poco e irían colocándose perfectamente hasta llegar a completar el puzzle.
He seguido leyendo, estudiando, aprendiendo, escuchando, y cada día comprendo menos porque veo como la historia se retuerce hasta amoldarla a intereses torticeros. Me sorprendo cada día viendo como se premia la falta de honradez, la deshonestidad, el elogio barato, el enriquecimiento a base de arrasar huchas humildes, la grosería con carcajadas, confundiendo la inteligencia con la burla más rastrera, y lo que es peor, con la anuencia de un pueblo que lleva siglos de cultura en su sangre y genes. Sangre y genes que parece que ahora aborrecieran.
Se niegan a aferrarse a la cultura de verdad, huyen de la educación mamada en la mesa camilla, hacen gárgaras para poder sostener conversaciones a gritos, porque odian las charlas pausadas y templadas, crean auténticos monstruos con nombre, apellidos y "sobrenombre", chulesco a ser posible, bajo chalecos de seda y trajes de Saville Road. Comparten peluquero, injertador de cabello, teñidor de cabello, pero ninguno de ellos cuida el interior de su cráneo, todo queda en lucimiento exterior, porque abren la boca llena de dientes injertados, excesivamente blancos, porque el sarro de su zafiedad destrozó su boca tiempo ha. Sus manos cuidadas, pulcramente atendidas por profesionales no tiemblan a la hora de desvalijar cajas ajenas, ora firmando recalificaciones, ora firmando apoyos para los anteriores por otras causas.
Abren la boca bien grande y se adosan pegatinas con todo tipo de frases terminadas en "No, gracias", pero se les olvida contarnos la verdad de la frase. Nos usan y abusan de nuestra confianza en ellos hasta que se aburren de nosotros y nos dejan en manos de los siguientes, sin embargo los redaños siguen ausentes, no nos los muestran para decir que se equivocaron, que ahora ya las cosas no son así, que lo que en el siglo XIX no servía, ahora, en el XXI, es distinto. Se enrocan por su propio beneficio. Nos manejan a su antojo: unos porque les dejan y otros porque somos tan pocos que poco o nada podemos hacer. Es más, si lo intentamos somos despreciados.
Y el día lo empiezo como ha empezado esta entrada, además de trabajando de lunes a lunes, y las noches, cuando llego a casa, me siento impotente. Extranjera en mi país. Descolocada en mi mundo. Agotada de combatir contra los innumerables muros, y triste viendo como se va todo lo que me "engordaba" la sangre y enorgullecía mi alma.
Me quedan dos anuncios para pedirle al mundo que se pare, que me bajo con mis libros, mis cuadros, mis recuerdos, mis valores y mi gusto por lo bonito y mi repudio por lo feo. Que se lleve todo lo rastrero por muchos litros de perfume que lleve y a mi que me dejen a mi aire, porque mi país cada día me gusta menos, mejor dicho, la gente de mi país cada día me gusta menos, esa que esconde la cabeza para no dejar el sitio a una embarazada, esa que tira los papeles al suelo, esa que rayan coches y los queman por divertimento, esa que dice "haiga" y lo reiteran aún sabiendo que lo hacen mal, esos que prefieren abortar a tomar anti-conceptivos, esos que prefieren meterse 2 rayas de coca a levantarse a las 7 de la mañana por 700 cochinos euros, esos que consideran arte un graffiti y a Goya una parada de metro, esas que miden su calidad de mujer por la cantidad de hombres que han desfilado por su "arco del triunfo", esos que aún tienen carnet con "derecho de pernada", de mirada y de grosería, esos que tienen la mano larga, y el cerebro ajibarado, los y las que miden a las personas por sus ideas políticas no por su categoría personal, esos que no tienen categoría personal ni saben donde se compra, esas que se casan con los que no tienen de lo anterior pero tienen dinero aunque sea robado, y, en definitiva, todos y todas, como diría la Aidota de la ministra, que no entran en ninguna de esas categorías pero les ríen las gracias y les aguantan sin quejarse.
Además de ríspida, estoy coñazo, plúmbea, y profundamente antigua, lo sé y me voy a la cama a ver si el sueño reparador puede hacer algo, porque lo de los milagros está muy difícil.
19 comentarios:
Montse, para empezar tienes toda la lucidez del mundo en tus palabras, para mí eso y teniendo en cuenta todo lo que expresas y a todo lo que te refieres y por lo que te revuelves, ya es una esperanza.
Esperanza de que existan personas como tú, y como yo, y como (aunque nos cueste trabajo a veces ver pues el panorama no acompaña) tantas otras que sí sienten y creen de otra manera, de otra manera a la que la sociedad en su conjunto parece que se empeña en inculcar como única a todos sus componentes.
Yo pienso que sí, puede haber solución.
un beso grande y abrazote reconfortante sólo para tí preciosa.
Pues yo te veo muy bien en montse...Eres si te digo mas montse que nunca y eso es de agradecer en el mundo que perfectamente nos has descrito y, que por desgracia, nos toca vivir...Pero afortunadamente hay personas como tu de esas integras que tienen valores, que no les rien las gracias al jefe al menos que tenga gracia y que no va babeando por un puestecito de 2000 euros al mes, con mandato barato y falto de toda cualificación. Personas como tu harian falta muchas y seguro que este pais iba ir mucho mejor...Gracias Montse por que en ti empieza la esperanza y no desfallezcas nunca por que esto no acaba nada mas que comenzar...Un beso y que sueñes con los angelitos (ya estaras digo yo)....
Te cuento que yo también he estado a punto de bajarme en la parada más próxima, que no me gusta lo que veo en este tren, pero comprendo que aunque los vagones estén atestados de gente sin escrúpulos, hace falta en cada compartimiento al menos una persona sensata -como tu-, que levante un poco la voz y que reclame el orden debido.
Tu entrada no es una entrada, es una cátedra.
Un saludo.
Hola, Montse, he leído atentamente tu post, y lo primero que me ha sorprendido es la primera definición "rispida" ( porque pensaba que era sinónimo de "risp" (requiescat in pacem) o sea sinónimo de tranquila, pero veo que es todo lo contrario y que mi capacidad de inventar palabros no tiene fin.
Estoy completamente de acuerdo con lo que expresas en tu blog y debo decirte que también me siento frustrado y que veo con cierto miedo e incertidumbre cómo se está evolucionando esta sociedad nuestra donde se han perdido todos los valores por el de "todo vale".
En fin, corazón que me alegro mucho de que hayas vuelto y te doy gracias por existir en mi vida, porque una persona tan valiosa y extraordinaria como tú, es un tesoro que hay que cuidar como oro en paño.
Un rampyfreso y feliz domingo
Yo te veo espléndida, y con una autenticidad increíble. Querida Montse, sólo resta pensar: Mañana será otro día.
Mil gracias hermosa por tanto afecto.
BESOTES Y BUEN DOMINGO!!!!
Los milagros son difíciles, pero no imposibles.
Un beso.
Montse, pues yo te veo estupenda, y dando caña!!... Y sigue así... y que el mundo no se pare y que no te bajes de él...
Eso si, las cosas que pasan, el caos en el que nos encontramos, los incompetentes que tenemos "arriba", los personajillos que no valen pa ná... etc...que no te afecten. No merece la pena ¡¡Se feliz!!.
Un beso fuertote!!!
La cama es uno de esos remedios que, aunque no sirvan de nada, tampoco hacen daño así que....¡buena eleccion!
He leido por ahi,a uno de tus comentarias, que tu entrada es "una catedra" y no puede ser más cierto. Cierto es que analizas los temas a la luz de tu perspectiva de las cosas (como no puede ser de otra manera) y, a veces, no estamos de acuerdo porque mi perspectiva es otra pero, no sepuede negar, que tu análisis tiene toda la ocherencia.
Por ciert...hay quna cosa en la que si estamos de acuerdo y es "la perdida de valores" de esta sociedad.
Un abrazo,
Esteban
Querida amiga, ante todo lo dicho .... "un aplaudo inmenso por lo que has relatado en el Post".
El sentido comun ya hace tiempo que murio y al entierro fuerón pocas personas, y los valores! ¿valores?.. ¿ezo q'e lo que ez?......
La medida de meterte en la cama, en estos casos es lo mejor, nos aparta de tanta fealdad.
Mil besos amiga
Menos mal que ya te pillo bien descansadita. ¿ Qué tal ese sueñecito ?
Montse, el mundo va seguir girando y según tengo entendido durante unos cuantos millones de años más por la misma órbita, por lo tanto cielo, no intentes derribar ningún muro porque ... te va a dar un "yuyu".
Estoy de acuerdo contigo en la pérdida o cambio de valores pero me temo que eso ya no tiene remedio. Sinvergüenzas los ha habido y los habrá siempre, a mí me fastidia verlo y agunas veces giro la cabeza para no sentir nada.
En muchas ocasiones después de la irritación quien paga el pato soy yo, y de eso nada, que yo me quiero mucho.
Mi padre, además de inculcarme el "saber estar", me dió algunas técnicas de supervivencia que estoy poniendo en práctica ahora, un poquito tarde, pero... más vale tarde, que nunca.
Si nos dejamos llevar por la corrosión de esta sociedad, perdemos las ganas de vivir. Procura tomar todo lo bueno que esta vida nos ofrece y deja de lado aquello que te produce dolor, ira, venganza.
Besitos cielo, nos vemos yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Lo peor de todo Montse, es q no podemos bajarnos, que tenemos que seguir, seguir significa dos cosas o comulgas o vas a la tuya.
Sé q seguimos a la nuestra, pq ya pa los años q tenemos en esto no nos da tiempoa cambiar, ni lo queremos
Sí, tenemos unos principios morales, q mira q cuando eramos jóvenes odiabamos ese palabro, pero ahora es tan y tan preciado q nos gusta hasta repetirlo
No Montse, de aquí no nos baja ni dios, y ese menos
muakkkkkkkkkkkkkkk
Supongo que a pesar de estar ríspida, coñazo, plúmbea, y profundamente antigua con el post te quedaste a gusto.
Genial como siempre, un abrazo.
seguro que escribir y leernos te ayuda mucho. Besos.
Hola Montse.
Estarás "rispida" y todo lo que tú quieras, pero tienes toda la razón y además lo dices casi con poesía.
Pero desacelera. Te va a dar un "patatús" (nunca supe lo que era pero mi abuela se murió de uno)si no te tomas las cosas con más calma, porque el llevar razón no supone nada más que eso. Que la llevas.
(De paso dile a tus hijos que escondan los cuchillos porque como los encuentres tenemos una desgracia)
Usa la paciencia y tu gran coco para hacer lo que puedas, pero primero mira tu tensión arterial.
Que me tienes que durar mucho.
ah, te he contestado en mi blog al a la pregunta que me hiciste sobre el hongo de Gárate. Un beso y feliz semana
Bueno... debe ser de lo cabreada que te ha visto este tu blog, que hasta me ha dejado comentar. Que quieres que te diga?... tienes toda la razón, pero indignarse a veces nos lleva a alterarnos demasiado lo cual a su vez, y como dice Aspec, puede afectar a nuestro cuerpo, lo cual no suele ser conveniente. Eso sí, que a gusto se queda una después de desahogarse debidamente, je, porque desde luego soy totalmente partidaria de dichos desahogos. Besazos guapa y cuídateme!!! (Sonvak)
buenas doña rispida...como va usted con su rispidamiento? espero que bien...nosotros os blogueros estamos melancolicos ..si si de su blog y sus articulos...cuando piensa usted volver? ea pues avise que pa eso se le paga....a seguir bien...
BESITOS DESDE COPENHAGUE. AYER NOS LLOVIO LO NUESTRO EN EL RECORRIDO POR LOS CANALES Y AQUI LA GENTE ESTA CELEBRANDO SAN JUAN Y BEBEN COMO COSACOS NO COMO VIKINGOS JAJAJA
besitos besitos
un sueño reparador....
ains...despierta ya!!!!!
vamos Montse....cambia este post...que yo no sé lo que significa ríspida... ains.
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